Consideramos un edulcorante, endulzante o a cualquiera otro elemento comestible que sea usado para endulzar un alimento.
El azúcar es el ingrediente con más tradición, y el más usado en el mundo de la cocina, para conseguir que nuestras comidas y bebidas tengan un sabor dulce.
Tenemos muchos ingredientes en la cocina que nos permiten edulzar nuestras recetas, pero tradicionalmente hemos asociado estos ingredientes a algo perjudicial para la salud, puesto que dichos edulcorantes solían tener una carga de calorías importante.
Gracias a los avances científicos de las últimas décadas, hemos visto como se han incorporado nuevos productos que potencian el endulzamiento de nuestras bebidas y alimentos con una carga calorífica mucho más reducida que las que nos suministra el azúcar o la miel tradicional.
Estos endulzantes o sustitutos del azúcar se han originado con muchas variantes y debemos ser conocedores de cuales son las más idóneas para nuestra salud, ya que no todos los edulcorantes son aceptados. Por ejemplo la FDA de Estados Unidos sólo acepta como aptos para el consumo 6 edulcorantes:
- Sacarina
- Aspartamo
- Sucralosa
- Notame
- Acesulfamo K
- Neohesperidina DC
¿El edulcorante es bueno o malo?
Muchos dicen que los edulzantes aumentan el riesgo de padecer cáncer, y que afectan negativamente a otros parámetros de nuestra salud.
Sin embargo, la mayoría de los organismos públicos que tienen que cuidar de nuestra salud, optan por evaluar estos ingredientes alimentarios como seguros, ya que consideran que al usarlos estamos incentivando una menor ingesta calorífica, y por tanto una reducción del peso, lo cual siempre es veneficioso.
Pero no nos engañemos, debemos saber que es un edulcorante y pensar que estamos ante una sustancia química que se genera para implementar alimentos y bebidas.
Nuestras papilas gustativas, las cuales están situadas en la lengua, detectan los diferentes sabores y los envían al cerebro para que sea este el que procesa el alimento y nos indique que sabor tiene.
A diferencia del azúcar, las moléculas químicas de los edulcorantes intentan “engañar” a nuestras papilas gustativas, pero con la diferencia de que estas últimas nuestro cuerpo no las transforma en calorías, a diferencia de lo que ocurre con el azúcar.
Bueno esto no es exacto en su totalidad, existe una partida pequeña de edulcorantes que si se transforman en calorías, pero claro siempre en menores cantidades que lo que ocurre con el azúcar.
Básicamente dos son los problemas con los que nos enfrentamos al consumir edulcorantes:
Exceso de consumo de dulces
A la mayoría de la población, le gustan los alimentos como los bombones, el caramelo, las golosinas, etc.
Y este tipo de productos tienen un efecto negativo en nuestra salud, que viene determinada por el exceso de calorías que se generan al metabolizarlos en nuestro cuerpo.
Cualquier consumo elevado de calorías, respecto de las justas y necesarias para nuestra actividad física, es siempre perjudicial para nuestra salud, independientemente de donde venga, pero si pensando que tomando sacarina podemos tomar 20 dosis diarias, estamos equivocados, ya que estamos generando una ingesta excesiva de alimentación.
Falsos edulcorantes
Otro problema con el que nos encontramos, es la elaboración química de productos falsos, que bajo la apariencia de edulcorantes seguros, nos ofrecen la ingesta de un producto químico que no está garantizado para el consumo humano, tengamos en cuenta que el consumo alimenticio de productos químicos tiene que tener un control muy severo ya que las consecuencias de determinados preparados químicos pueden ser muy graves.
La historia de los edulcorantes
Aunque te parezca sorprendente, el primer edulctorante se descubrió en el siglo XIX.
En 1879 Fahlberg y Remsen descubrieron la sacarina, y aunque fué Fahlberg el que realizó la patente de este primer edulcorante, todos atribuyen a este dúo químico la autoría de este endulzante, que fué bastante invisible para la sociedad hasta que la escasez del azúcar provocada por la primera Guerra Mundial, hizo que se recurriera a este elemento químico.
La mayoría de los organismos púbicos que tienen que regular y vigilar la seguridad de los alimentos acepta este aditivo E954 como válido para el consumo humano, pero siempre bajo unas condiciones idóneas, por ejemplo se estima que lo ideal es no sobrepasar los 5 miligramos de sacarina al día por kg. de peso.
¿Qué es un edulcorante natural?
Estamos acostumbrados a la asociación edulcorante-química, o ingrediente no natural.
Pero existe más edulcorantes que el tradicional azúcar y que son naturales.
En los últimos años, las cocinas de todo el mundo se están acostumbrando a usar cada vez más otros ingredientes potenciadores del dulce que permiten usar evitar el azúcar sin tener que usar ingredientes químicos.
Algunos de estos edulcorantes naturales pueden ser:
Miel Cruda
Estamos ante una miel sin filtrar ni pasteurizar, a diferencia de la mayoría de las mieles consumidas que son calentadas y filtradas.
Una cucharada de miel cruda tiene por debajo de 70 calorías, y si consideramos la cantidad de hierro, potasio, calcio, vitamina B6, etc. estamos ante un superalimento con una cantidad impresionante de beneficios para nuestra salud.
Stevia
Es un sustitutivo del azúcar que surge de una planta nativa de Paraguay.
Quizás estemos ante el edulcorante más primitivo, puesto que ya los indígenas empleaban esta planta para sus bebidas y comidas.
El poder edulcorante es muy superior al del azúcar, y su nivel calórico es prácticamente nulo.
El marketing comercial provoca que en muchas ocasiones se venda alimentos con las propiedades de la stevia que en realidad son un engaño.
Azúcar de coco
Este alimento surge de la savia de las flores del coco que posteriormente se calienta, y gracias a la evaporización de esta savia se obtiene el azúcar de coco.
Al igual que otros derivados del coco, el azúcar de coco tiene una baja carga glucémica y un alto contenido de minerales.
Calcio, zinc, antioxidantes, fósforo, hierro, etc. son algunos de elementos que hace de este endulzante un ingrediente muy interesante para nuestra salud.
Jarabe de arce
Este edulcorante surge de la savia de estos árboles y que posteriormente se evaporan y filtran.
El jarabe de arce tiene un alto niel de antioxidantes, así como calcio y magnesio.
Puré de plátano
Los plátanos son una fruta muy consumida a nivel mundial, pero quizás es menos conocida sus propiedades endulzantes.
La idea es usar el puré de aquellos plátanos más maduros, para esto se necesita realizar el mismo mezclado con un poco de agua.
Una vez elaborado este puré el mismo nos genera un edulcorante natural rico en fibra, potasio, vitamina B6 y C.
Jarabe de arroz integral
Al fermentar el arroz integral para descomponer el almidón, obtenemos un líquido que calentamos para conseguir una cierta densidad, lo que genera un jarabe denso y dulce.
Existen muchos más edulcorantes naturales, pero todos tienen en común que surgen de elementos naturales, lo cual les añade componentes beneficiosos para nuestros cuerpos.